27 noviembre 2015

Ser más malo que Cucala.



La Comisión Municipal creada para el desarrollo de la memoria histórica de Quart sigue celebrando reuniones y trabajando. En la última acta de reunión publicada se ha hecho relación de los nombres de calles que se someten a consideración para un posible cambio. 

Insisto a propósito de ello que la Historia, aunque poliedrica y multidisciplinar, es una, y su conocimiento es científico por obtenerse mediante el mismo método que utilizan esas otras disciplinas que comunmente llamamos ciencias. 

Pero la Memoria Histórica es en cambio un aparataje político; una manifestación de la función social de la Historia y un paradigma de la mentalidad colectiva que sirve para pensar politicamente de una determinada manera, o de otra. Por eso reitero que Historia hay una y Memorias Históricas puede haber muchas. Hubo por ejemplo una MH franquista que los demócratas debemos seguir deconstruyendo y sustituyendo por una MH democrática, que por serlo y por responder a su adjetivo no puede ser partidista, sino que por el contrario, y siendo producto del máximo consenso posible pueda servir para pensar políticamente en clave democrática, al mayor número de personas posibles. 

De los 25 nombres de calles que la Comisión Municipal de MH ha valorado, al menos 4 de ellos fueron significados tradicionalistas o "carlistas". Cuando yo era niño, en un tiempo en el que el vecindario era una categoría de relación social, la "Carlista” era una vecina de mi calle. Ahora sé  que el carlismo, que por alguna razón le concedió el mal nombre a aquella señora soltera, fue un movimiento político que en el siglo XIX se contrapuso al liberalismo, y protagonizó los enfrentamientos bélicos que conocemos como "guerras carlistas". En la tercera de ellas (1872-1876) fue protagonista principal Pascual Cucala: el general Cucala i Mir que tiene calle en Quart, el mismo personaje que según Coll Ferrer generó el dicho popular "Eres más malo que Cucala".

Nuestra villa padeció notablemente durante la Primera y Tercera Guerra Civil Carlista, ya que las correrías de las huestes carlistas fueron más frecuentes hacia las poblaciones del llano, y siempre por los mismos motivos: la obtención de dinero para proseguir la campaña, víveres, caballerías y reclutamiento de hombres útiles para las armas escribió el maestro que muchos siguen conociendo por "Don Vicente".

Hay que preguntarse no obstante la razón por la cual el general Cucala mereció el honor de dar nombre a una calle en Quart. La respuesta está en el mismo interés político que otorgó a otros significados tradicionalistas del siglo XX ese reconocimiento. Durante el franquismo, y como se ha referido en otras entradas de esta publicación, el poder municipal se repartía, y no siempre de manera amigable, entre falangistas y tradicionalistas. Estos últimos, con mayor presencia e historia en Quart, y aprovechando la obligada reconversión hacia el nacionalcatolicismo del franquismo tras la II Guerra Mundial, ganaron la preponderancia política, y en consecuencia dedicaron a los "suyos" la parte de la memoria histórica oficial que el régimen mantenía. Por eso el nombre de Antonio Iturmendi, el Conde de Rodezno, el General Ordaz, el Obispo Pildain, o el propio Vazquez Mella rotulan nuestras calles.

Hay no obstante que distinguir entre la MH que queremos y pretendemos y la que en esta ocasión y en virtud de la Ley de Memoria Histórica se puede abordar. A diferencia de los citados, que salvo Vázquez Mella fueron protagonistas activos de la dictadura franquista y del horror que supuso para los demócratas, el general Pascual Cucala i Mir falleció en 1892, y es un personaje histórico. Tal y como refiere Coll Ferrer muchas madres lo mentaban a sus hijos para que les obedecieran: "Mira que vendrá Cucala a por ti". Menos mal que nadie dedicó una calle al hombre del saco.