11 enero 2016

Perspectivas sobre la Memoria Histórica

En diario LEVANTE-EMV
30 de marzo 2007


LA MEMORIA DEL TIGRE

Explicaba Ortega en "La rebelión de las masas" que la principal diferencia entre los humanos y los tigres es que éstos últimos "se encuentran cada mañana con que han olvidado casi todo lo que han vivido el día anterior, y su intelecto tiene que trabajar sobre un mínimo material de experiencia". 
Los humanos, por el contrario, parece que utilizan su memoria y la que reciben del pretérito de la sociedad a la que pertenecen, para obtener conocimiento aprovechable en su existencia individual y colectiva. Precisamente eso pretenden quienes concurren a la discusión parlamentaria de la llamada Ley de Memoria Histórica, que ha recibido casi doscientas enmiendas por parte de los diferentes grupos que de momento incapacitan numéricamente al PSOE para que sacar adelante la referida norma. 

La principal objeción al fundamento de la ley procede, no obstante, del Partido Popular, que aunque incapaz por sí solo de impedir que se legisle sobre el que Ortega consideró el verdadero tesoro del hombre (el tesoro de sus errores), afirma que la ley reabre heridas que contra toda evidencia presupone cerradas. Al resto de grupos corresponde corresponde pues alcanzar un consenso que en ésta o en casi cualquier otra materia política resulta imposible con el PP, empeñado en una praxis política abominable que entre otras pretende manejar los tiempos de la memoria según convenga: justificando la invasión de Iraq por el choque de civilizaciones iniciado en el medievo (Aznar dixit), o rechazando cualquier responsabilidad política que no sea la del día inmediatamente anterior por no estar Mariano Rajoy "ni en Felipe V ni en los Suevos ni en lo que pasó en España hace muchos años". 
Lo cierto es que la actual ofensiva del PP contra la política antiterrorista del Gobierno (apoyada consecuentemente por el resto de fuerzas parlamentarias) parece haber dejado en nada la importancia del debate sobre la memoria histórica; en su lugar se ha instalado una campaña que todos los días fractura las acciones políticas de su pasado, incluido el del PP en su etapa de gobierno; que pretende comenzar de nuevo incluso en lo que tradicionalmente se ha considerado asunto de Estado; en palabras de Ortega, "aspirando a descender y plagiar al orangután".
Pero lo peor es sospechar que quizá el auténtico problema no sea la mala memoria del tigre, sino su naturaleza predadora y violenta.

Pedro Gascón.
Historiador.