10 abril 2017

EL PRIMER ALCALDE OBRERO DE QUART

Parte de la victoria franquista del 1 de abril de 1939



Decía Ramón Segarra que el mejor alcalde de Quart de Poblet durante la II República había sido José Guzmán. En la conversación que mantuvimos en enero de 2013 quiso explicarme quién era el sindicalista socialista que yo refería en “Historia de los Vencidos”, apelando como hacen las gentes de pueblo al apodo y a su familia: El conocido como “Toroi” era padre de la muy apreciada concejal Victoria Guzmán Bondía. 

No tuve desgraciadamente la oportunidad de volver a escuchar a Ramón Segarra, y me quedó pendiente documentar lo que el rigor que requiere el conocimiento de la historia obliga demostrar.
José Guzmán Segarra fue alcalde entre el 6 de noviembre de 1936 y el 23 de septiembre de 1937. Fue designado después de la dimisión el 8 de octubre de 1936 de Salvador Vila Vilar y de la breve interinidad de Miguel Espinós en el cargo. El socialista José Guzmán y el republicano Salvador Vila, que habían compartido candidatura y éxito en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, tenían no obstante trayectorias políticas muy distintas. José Guzmán procedía de la zona obrera de Alcora y Castellón, y como otros se había instalado en Quart atraído por la creciente actividad de las fábricas de ladrillos. “Toroi” ya era en 1922 un destacado militante sindical, que había representado a la Sociedad de Obreros en Azulejos de Castellón en el Congreso estatal de UGT. En 1923 fue elegido Presidente de la recién constituida Agrupación Socialista de Quart y hasta junio de 1936 fue vicepresidente de su comisión ejecutiva. Era uno de los activos principales de las organizaciones fundadas por Pablo Iglesias.

El periodo en el que José Guzmán ocupa la alcaldía coincide, salvando los tiempos propios de cada ámbito, con el de Francisco Largo Caballero en la jefatura del gobierno, y posiblemente también con el de la preponderancia en el Partido Socialista del sector más obrerista, refugiado como el propio Largo Caballero en el sindicato, y radicalizado durante el llamado “bienio negro” del gobierno derechista elegido en 1933. 

Avanzada la guerra, iniciada como consecuencia del ilegitimo golpe militar del 18 de julio, con la reorganización de la administración local de enero de 1937, que ordena la constitución de Consejos Municipales con representantes de las organizaciones del Frente Popular, se elige alcalde por unanimidad a José Guzmán, que el 23 de septiembre de ese mismo año presentará su dimisión, cuando Largo Caballero había ya hecho lo propio de la jefatura del gobierno, y el sector que representaba estaba siendo apartado de las principales esferas del poder político.

En diciembre de 1938 los franquistas de Quart cumplimentan dos fichas a su nombre (como a otros 61 vecinos), en el que para constancia del futuro “Fichero de Criminalidad” se le acusa de “socialista”, de miembro del “Comité rojo” y de ser “fuerte en sus ideas” y “propagandista”.

A finales de abril de 1939, pese a declararse que el “Ejército Rojo” estaba cautivo y desarmado, y que las “tropas nacionales” habían alcanzado sus últimos objetivos militares, la guerra no había terminado. Al menos no por parte de un régimen cuyo objetivo ideológico, declarado y cumplido, era el exterminio del oponente político. José Guzmán Segarra es detenido, como cientos de miles de españolas y españoles, ingresando en prisión, a la espera de juicios sumarísimos, que como a otros 44 vecinos de Quart, castigaran sin ninguna garantía procesal ni fundamento legal, ideas políticas y no hechos probados. 

En 1939 José Guzman tenía 54 años, los ojos claros y el pelo blanco; estaba casado. Fue condenado a seis años y un día de prisión por el delito de “excitación a la rebelión”, que retorciendo todo principio legal penaba no haberse adherido a la rebelión de los golpistas, y haber permanecido fiel a la legalidad constitucional. La condena impuesta por el tribunal militar en la causa 16625 de 1939 fue conmutada finalmente después de 3 años de prisión. El expediente “recaudatorio” iniciado por el “Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas” contra su persona fue desestimado en 1945 por la demostrada escasa cuantía de sus bienes. 

Treinta años después, fallecido ya el primer alcalde sindicalista de Quart, la guerra aún no había terminado.